Introducción a la Teoría de la Imputación
«El juicio de tipicidad, entendido como el proceso valorativo de adecuación de una conducta humana a la hipótesis legal de una determinada figura delictiva prevista en el Código Penal, constituye una tarea cotidiana de fundamental importancia para el sistema de justicia penal, que en muchas ocasiones genera una serie de problemas con los que el operador jurídico debe lidiar. La teoría de la imputación objetiva constituye una de las herramientas dogmáticas más estudiadas en el plano científico, pero también una de las más provechosas para los operadores del Derecho en la siempre compleja labor de determinación de la relevancia jurídico-penal de un comportamiento. La comprensión de los institutos dogmáticos de la imputación objetiva, así como de su naturaleza y alcances permite hacer frente de forma solvente a los interrogantes arriba señalados. Por lo tanto, la imputación objetiva permite determinar cuándo un suceso lesivo puede ser adscrito a una persona como una obra suya, cuándo a una tercera persona o cuándo simplemente al infortunio.» [Material Auto Instructivo CURSO “IMPUTACIÓN OBJETIVA”. Dr. José Luis Medina Frisancho, Agosto/2016. Academia de la Magistratura. Lima]. El extracto tal como se lee, se refiere exclusivamente al ámbito penal, pero no por ello, aplicable mutatis mutandis al Derecho disciplinario.
La teoría de la imputación objetiva se erige como un pilar fundamental dentro del ámbito del derecho disciplinario, proporcionando un marco esencial para la comprensión de las responsabilidades y consecuencias que pueden derivarse de la falta administrativa disciplinaria cometida. Este concepto se distingue notablemente de su contraparte en el derecho penal, donde la imputación se centra en la atribución de responsabilidad penal a un individuo por la comisión de un delito. En contraste, el derecho disciplinario se ocupa de las infracciones que atentan contra normas previstas típicamente en normas con rango de ley, vinculantes para el funcionamiento de una entidad pública.
En el contexto del procedimiento administrativo disciplinario, la imputación tiene una función crítica al momento de establecer si un sujeto es responsable de una conducta que, previa evaluación por el Secretario Técnico, amerita la apertura de un proceso administrativo disciplinario (PAD) y de ser el caso, la aplicación de una sanción disciplinaria. La identificación y el análisis de la conducta imputada permiten a las autoridades competentes (instructora y sancionadora) determinar el curso de la acusación y, en última instancia, la aplicación de la sanción. Esto implica no solo el reconocimiento de la falta, sino también la consideración de factores, tales como, dónde y cuándo fue cometida, cómo y qué norma legal se infringió, quién o quiénes cometieron la falta, quién o quiénes resultaron agraviados, la intención (dolo o culpa) y el contexto de la acción del infractor, aspectos que son alineados con la teoría de la imputación objetiva, la cual busca evaluar la imputabilidad en base a elementos objetivos y normativos.
Desde esta perspectiva, la teoría de la imputación objetiva no solo recae sobre los actos de un individuo, sino que también abarca las normas del régimen disciplinario que regulan las instituciones. Estos elementos son cruciales para garantizar un debido procedimiento, justo y equitativo, evitando así, cualquier arbitrariedad en la administración de justicia disciplinaria. La correcta aplicación de la teoría de la imputación se convierte, por tanto, en una herramienta indispensable que difiere de los postulados del derecho penal, lo que resalta su singularidad y relevancia dentro del derecho disciplinario.
El Procedimiento Sancionador y su Influencia Penal
«El Derecho disciplinario ha tenido un importante desarrollo, al punto en que hoy en día se puede hablar de una especie de Derecho sancionador autónoma e independiente, con características y fundamentos propios que la distinguen del Derecho administrativo y del Derecho penal, ramas estas últimas que en anteriores épocas eran su base y soporte. Uno de los temas fundamentales de la responsabilidad disciplinaria que hasta el momento no ha sido tan explorado es el de la imputación objetiva, teoría que ha influido de manera muy profunda en las principales instituciones del Derecho Penal» [1]. El comentario que antecede lo estimo válido para Colombia, pero no para el Perú; porque, el estado del Derecho disciplinario en nuestro país, es totalmente distinto, como veremos más adelante.
[1] La imputación objetiva en el Derecho Disciplinario, A. Berdugo, M. Cadrazco, E. Corredor, J. Duarte, D. Mena, J. Pinzón, Ch. Vergar / Revista Derecho Penal y Criminología • volumen xxxiv – número 97 – julio-diciembre de 2013 • pp. 113-157, recuperado de https://revistas.uexternado.edu.co/index.php/derpen/article/view/3871/4166, el 07/01/2025.
El procedimiento sancionador en el ámbito del derecho disciplinario presenta notables influencias derivadas de la normativa penal, tal como lo ha expresado el TC en diversas sentencias, cuyas figuras jurídica y principios se aplican mutatis mutandi (obligada fuente de referencia por su relación o implicancia con el dispositivo examinado) al PAD, dado que ambos comparten estructuras y principios generales. La imputación en derecho disciplinario se refiere al acto de atribuir a un sujeto la responsabilidad por una falta administrativa disciplinaria, y es dentro de este contexto donde se observan similitudes con el procedimiento penal. Ambos sistemas tienen como objetivo establecer si se ha cometido una conducta reprochable y qué tipo de sanción disciplinaria corresponde. Sin embargo, existen diferencias fundamentales que los distinguen, siendo la más evidente la naturaleza de las consecuencias que se derivan de cada procedimiento.
En el derecho penal, el acusado se enfrenta a la gravedad de una posible privación de libertad, lo que impone una serie de garantías que buscan protegerlo. Estos elementos se trasladan parcialmente al ámbito disciplinario, pero a menudo de manera menos estricta, lo que ha conducido a la percepción de un régimen disciplinario aún en desarrollo. La falta de madurez en el derecho disciplinario también se refleja en la teoría de la imputación objetiva, donde los principios que rigen la imputación objetiva no están tan definidos como en el ámbito penal, al menos aquí en el Perú.
Además, la imputación en un procedimiento disciplinario a menudo se basa en normas proscriptivas de la normativa penal, lo que lleva a una posible confusión entre ambas áreas. Esto podría ser considerado un intento de subsanar ciertas deficiencias en el derecho disciplinario, pero también puede resultar en vicios que afecten la equidad del procedimiento. Una deficiencia en la separación y diferenciación de ambas especialidades puede provocar que las decisiones adoptadas durante el PAD no estén completamente alineadas con los principios rectores del derecho disciplinario, afectando así el régimen disciplinario en su conjunto.
La Falta de Especialización en Derecho Disciplinario
La formación académica de los futuros abogados es fundamental para garantizar una aplicación adecuada del derecho en diversos campos, incluyendo el derecho disciplinario. Sin embargo, existe una preocupante carencia de programas de especialización que se centren específicamente en este ámbito del derecho. Esta situación puede dar lugar a una comprensión superficial de lo que implica la imputación en casos de falta administrativa disciplinaria, así como en el trámite de los PAD en los que se establece la culpabilidad o inocencia del imputado.
Un abogado que no ha sido adecuadamente formado en derecho disciplinario puede enfrentar importantes desafíos al llevar a cabo un procedimiento disciplinario. No es suficiente con ser abogado generalista, porque eso son cuando recién se gradúan. La teoría de la imputación, que es clave para establecer responsabilidades en el contexto de la falta administrativa disciplinaria, requiere de una comprensión exhaustiva de las normas y sanciones disciplinarias aplicables. La falta de formación especializada puede llevar a dos problemas: en primer lugar, una errónea acusación del individuo en cuestión, y en segundo lugar, la posible omisión de la defensa adecuada ante una acusación infundada.
En el Perú tenemos diversas normas que regulan diversos regímenes laborales, y en cada una esas normas legales se establecen reglas disciplinarias. Esa característica hace que los regímenes disciplinarios varíen según el contexto, por ello, la interpretación y aplicación de la imputación objetiva puede variar en función del marco normativo del régimen laboral. Sin una adecuada instrucción, los futuros abogados pueden no alcanzar un nivel de competencia que les permita abordar adecuadamente los casos de sanción disciplinaria. Esto no solo afecta la defensa de los acusados, sino que también repercute en la integridad del sistema de justicia, comprometiendo el principio de justicia equitativa.
La solución a esta problemática radica en la implementación de programas de especialización robustos en derecho disciplinario que capaciten a los profesionales en la materia. Así, se garantizarían una mejor comprensión de la imputación y su implicación en el trámite de los PAD, asegurando que las decisiones alcanzadas sean consistentes con los principios del derecho disciplinario. Otro asunto negativo, es el tema de los titulares de los órganos instructor y sancionador, éstas personas por lo común son legos en derecho; entonces cómo podrían cuestionar al Secretario Técnico cuando, éste entrega su informe al finalizar la evaluación previa. Por ello, no les quedará otra alternativa de vincularse a la conclusiones y recomendaciones puestas en ese informe. No olvidemos que la norma les habilita para variar la recomendaciones del Secretario Técnico, es decir, no vincularse, pero, ¿con qué conocimientos podrían hacerlo? . De allí, el riesgo de que la imputación objetiva deje de ser tal.
Origen y Evolución de la Imputación Objetiva
La imputación objetiva ha sido un concepto fundamental en el desarrollo del derecho disciplinario, cuyo origen se remonta a los primeros estudios sobre la responsabilidad y la falta administrativa disciplinaria. Esta doctrina se centra en la atribución de responsabilidades en función de los resultados de la conducta luego de la evaluación previa , independientemente de la motivación que tuvo el imputado para cometer la falta disciplinaria. A lo largo de los años, diversas corrientes han influido en su evolución, generando una discusión intensa en el ámbito jurídico.
Inicialmente, la imputación se basaba en la teoría de la imputación subjetiva, que hacía hincapié en la intención de la persona al cometer un acto. Sin embargo, con el tiempo, se fue tomando conciencia de la necesidad de adoptar un enfoque más amplio que considerara no sólo la intención y motivación, sino también el resultado y consecuencia (efecto jurídico) de las acciones. Este cambio se formalizó a mediados del siglo XX, cuando la jurisprudencia comenzó a reconocer la importancia de la imputación objetiva en el contexto del procedimiento disciplinario.
La controversia alrededor de la imputación objetiva se intensificó con el surgimiento de diversas interpretaciones sobre la correcta aplicación de sanción disciplinaria en casos de falta administrativa disciplinaria. Algunos juristas argumentaron que, al aplicar esta teoría, se corría el riesgo de despojar a los individuos de su derecho a la defensa, al centrarse únicamente en los resultados de sus acciones. Otros, en cambio, sostenían que la imputación objetiva ofrecía un marco más justo y equitativo para evaluar la conducta de un sujeto en un régimen disciplinario.
A lo largo de las últimas décadas, la aplicación de la imputación objetiva ha sido objeto de estudio y debate constante, llevándose a cabo reformas legislativas que buscan equilibrar la estricta atribución de responsabilidades con el respeto a los derechos fundamentales de los involucrados. Esta evolución refleja la adaptabilidad de la teoría de la imputación ante los cambios en la sociedad y el derecho disciplinario.
Controversias en la Imputación y sus Desafíos
La teoría de la imputación objetiva en derecho disciplinario ha generado múltiples controversias y debates entre juristas y académicos. Uno de los puntos centrales en la discusión es la diferenciación entre imputación objetiva y subjetiva, ya que estas dos vertientes representan enfoques contradictorios sobre la atribución de responsabilidades en faltas administrativas disciplinarias. Mientras que la imputación objetiva se centra en los resultados de la conducta del sujeto, la imputación subjetiva profundiza en la intencionalidad y el estado mental del autor al momento de incurrir en una sanción disciplinaria. Esta divergencia ha dado lugar a interpretaciones diversas y, en ocasiones, contradictorias en los procedimientos disciplinarios.
Por otro lado, las perspectivas doctrinales varían significativamente en función de la interpretación que los distintos autores hacen sobre el régimen disciplinario. Algunas posturas sostienen que la imputación debe ser estrictamente objetiva, argumentando que la determinación de responsabilidad no debe depender de consideraciones externas a los hechos. En contraste, hay quienes abogan por una visión más holística que incluya factores subjetivos como el contexto y la intención del acusado en el marco de la acusación. Esta pluralidad de enfoques genera incertidumbres, lo que complica la aplicación efectiva de la teoría de la imputación en la práctica.
Asimismo, los desafíos que enfrenta la interpretación de la imputación no solo se limitan a la teoría, sino que también se manifiestan a través de la disparidad de criterios judiciales en diferentes jurisdicciones. Existen circunstancias en las que los tribunales han adoptado posiciones disímiles sobre cuestiones relacionadas con la imputación en casos específicos de faltas administrativas. Esta situación no solo afecta la homogeneidad del derecho disciplinario, sino también la confianza en los procedimientos disciplinarios establecidos. La resolución de estos debates doctrinales y la unificación de criterios judiciales son fundamentales para facilitar una interpretación coherente y justa de la imputación en el ámbito disciplinario.
¿Cuál es el Umbral de Responsabilidad?
En el ámbito del derecho disciplinario, el umbral de responsabilidad es un concepto fundamental que determina cuándo una falta administrativa disciplinaria puede ser atribuida a una persona y, por ende, dar lugar a un PAD. Este análisis implica una cuidadosa evaluación de las acciones llevadas a cabo por el sujeto, así como el contexto en el que estas ocurrieron. El dilema central radica en discernir si una lesión a un bien jurídico protegido es resultado directo de un actuar humano o simplemente un accidente o al infortunio, es decir, un evento fortuito que no puede ser razonablemente previsto.
Los juristas utilizan diversos criterios para establecer esta distinción. En primer lugar, es esencial considerar la relación de causalidad entre el actuar del sujeto y el daño causado. La teoría de la imputación se enfoca en cómo la conducta de una persona puede ser vinculada a las consecuencias que esta produce. En este contexto, la imputación objetiva juega un papel crucial, ya que se centra en la capacidad y estado de conciencia del individuo para prever las consecuencias de sus acciones. Por lo tanto, si se demuestra que la persona actuó de manera imprudente o negligente, puede ser objeto de una sanción disciplinaria.
Otro aspecto a analizar es la previsibilidad del resultado. Si el daño ocurrido es una consecuencia natural del actuar del sujeto y podría haberse anticipado con un mínimo de diligencia, se da el umbral necesario para que la falta sea considerada imputable. En cambio, si el evento se presenta como completamente imprevisible y ajeno al comportamiento del individuo, no se justifica una acusación en un régimen disciplinario. Este análisis detallado es crucial para garantizar que se respeten los principios del debido proceso y la justicia en la aplicación de sanciones en el derecho disciplinario.
Implicaciones Prácticas de la Imputación
La teoría de la imputación tiene importantes implicaciones prácticas en el ámbito del derecho disciplinario. Su aplicación determina cómo se evalúan las conductas de los individuos dentro de un régimen disciplinario y define las bases para la imposición de sanciones disciplinarias. Esta teoría permite identificar las responsabilidades de los sujetos en casos de falta administrativa disciplinaria y facilita el desarrollo de un PAD justo.
Uno de los aspectos más relevantes de la imputación objetiva es su capacidad para diferenciar entre las intenciones y los resultados de las acciones. Por ejemplo, cuando un empleado comete una falta, es crucial establecer si aquél accionó de manera intencional o si fue el resultado de circunstancias atenuantes o eximentes. Esto es vital para la formulación de la acusación y para determinar el tipo de sanción disciplinaria que se aplicará. De este modo, la imputación permite que las organizaciones mantengan un equilibrio entre la disciplina y el debido proceso, previniendo, además, la arbitrariedad en la toma de decisiones.
Los ejemplos de aplicación de esta teoría en grupo son numerosos. En el ámbito educativo, un docente que falta a sus deberes puede ser objeto de un procedimiento disciplinario que considere su conducta al evaluar si existió negligencia. Asimismo, en una entidad cualquiera, el manejo de estos casos puede influir en la cultura organizacional, orientando a los empleados a actuar con mayor responsabilidad. En estos casos, las decisiones tomadas bajo la teoría de la imputación no solo afectan al individuo implicado, sino que también establecen precedentes y moldean las expectativas dentro de la entidad correspondiente.
En consecuencia, es esencial que los operadores disciplinarios comprendan y apliquen correctamente la teoría de la imputación, evaluando cuidadosamente las situaciones antes de determinar si hubo o no responsabilidad, culpabilidad y aplicar cualquier sanción. Esto les permitirá no solo administrar justicia interna, sino también fomentar un ambiente en el que se valore la responsabilidad y el correcto desempeño de las funciones laborales.
Reflexiones Finales sobre el Derecho Disciplinario
La incorporación de la teoría de la imputación en el derecho disciplinario es fundamental para el correcto desarrollo de los procedimientos disciplinarios. Este marco teórico proporciona las bases necesarias para analizar la falta administrativa disciplinaria, permitiendo una evaluación más precisa de la responsabilidad de los sujetos involucrados. La imputación, entendida como el proceso que vincula a una persona con una acción específica y sus consecuencias jurídicas, es esencial para garantizar que las sanciones disciplinarias se impongan de manera justa y equitativa.
El régimen disciplinario y el procedimiento sancionador previsto en la Ley N° 30057 y su Reglamento General, se enfrentan a constantes desafíos, lo que hace necesario un enfoque renovado que incluya a la teoría de la imputación. La aplicación de esta teoría no solo refuerza los principios del derecho disciplinario, sino que también promueve la protección de los derechos de los imputados en el PAD. Al considerar la imputación objetiva y subjetiva, los operadores del derecho pueden realizar una acusación más precisa, evitando así, decisiones arbitrarias, o preñadas de nulidad que pongan en entredicho la legitimidad del régimen disciplinario.
Además, es importante que futuros estudios profundicen en la relación entre imputación y derecho disciplinario. Una investigación más exhaustiva contribuiría a delinear las fronteras y características del Derecho disciplinario respecto del Penal; así como, a ofrecer herramientas prácticas para su implementación efectiva en el ámbito laboral y administrativo. La especialización en esta área puede sustentar la formación de profesionales capacitados en la aplicación de la teoría de la imputación y otras figuras jurídicas aplicables en el PAD, lo que mejoraría significativamente el manejo de las faltas administrativas disciplinarias y las sanciones correspondientes.
Por estos lineamientos, es necesario que se reconozca el valor de la teoría de la imputación en el Derecho disciplinario, no solo, como un concepto teórico, sino como una herramienta práctica vital para la justicia en el ámbito administrativo disciplinario. La evolución y especialización en este campo serán, sin duda, fundamentales para fortalecer el régimen disciplinario.